Cuidando tu gato: el control sanitario.
Al convivir con nuestro gato, debemos observar detenidamente su comportamiento. Al jugar con él podemos detectar con rapidez si nuestro amigo felino está sano o le sucede algo. También podemos observarlo al darle la comida cada día y al limpiar su bandeja de arena para detectar posibles alteraciones rápidamente.
Si tu gato vive en semi-libertad podrás observarlo a la hora de comer, pues los gatos aunque sean libres se acostumbran rápido a un horario fijo de comidas, a las que se presentará puntualmente, de modo que podrás darte cuenta de cualquier alteración y controlar su estado.
Un gato sano y bien cuidado puede acompañarnos hasta 20 años. Es probable si el gato cuenta con una buena constitución, unos cuidadores responsables y se les protege de las adversidades de la vida.
Es importante que conozcamos los peligros que amenazan la salud de nuestro gato para prevenirlos o evitarlos.
En principio, cuando un gato está bien alimentado, tiene un pelaje espeso y reluciente, se asea con asiduidad, se mantiene atento al entorno y muestra un comportamiento normal ante estímulos exteriores, ese gato está sano.
Los valores normales que presenta un gato SANO son los siguientes;
Temperatura: Debe estar entre 37,8ºC a 39,2ºC.
Pulso: Debe ser de entre 100 y 120 p/m en gatos adultos; de entre 110 y 130 p/m en gatos jóvenes y de entre 130 y 140 p/m en las crías.
Heces: Deben ser húmedas y presentar un color gris o marrón.
Orina: Debe ser transparente y amarilla. En muchos machos sexualmente maduros la orina presenta un olor muy desagradable.
Ojos: Deben estar abiertos , limpios, transparentes. No deben presentar lágrimas, estar tapados o con la membrana nictitante caída.
Ano: Debe estar limpio y sin manchas.
Pelaje: No debe estar mate, grasiento, separado o lleno de parásitos. Debe estar brillante y limpio.
Piel: Siempre debe estar seca y limpia. Visitar al veterinario si presenta la piel escamosa o grasienta, con manchas rojas redondas o eczemas.
Nódulos Linfáticos: Deben presentarse normales al tacto, NO inflamados.
Nariz: Debe estar seca y fría. No húmeda con exudado blanco o amarillento.
Orejas: Si presenta secreciones untuosas de color negro, pueden ser ácaros o si presenta color rojo puede ser una inflamación. Deben estar totalmente limpias.
Pulso: Tranquilo, uniforme. No es normal si es excesivamente rápido o lento.
Dientes: Deben estar blanquecinos sin recubrimientos. No deben estar negros o con sarro.
Encías: Deben ser color rojo claro. No ni muy claras o muy oscuras como rojo sangre. No debe presentar mal olor, podría tratarse de una infección.